Yo, que nací para morir,
viviré.
Hasta que el mundo de los hombres
y el de los animales, vuelvan a unirse.
Yo viviré.
Leyenda Inuit. |
El porqué de la Mariposa.
En la mayoría de los libros de Filosofía o Metafísica,
la Mariposa es el símbolo de la vida, ellas dejan su capullo
y convertidas en hermosas criaturas, vuelan hacia la muerte, ya que
viven muy poco, algunas sólo 24 horas , es por eso que elgimos
este símbolo, para nuestra organización, porque nuestros
hijos, al igual que ellas, también dejaron sus cuerpos en esta
tierra, sus vidas fueron muy cortas, y volaron hacia la muerte, o quizás
hacia la vida eterna. ¿ Quién lo sabe?
Es por eso que el cielo es tan azul, durante millones de años,
muchas mariposas fueron muertas y muchos hijos asesinados, y allá
en el espacio exterior que rodea a nuestro planeta, todos ellos vuelan
en completa libertad, sabiendo que nadie podrá dañarlos.
Y el cielo que vemos, donde hijos y mariposas se confunden en un baile
celestial, se refleja en las azules aguas de nuestros océanos
y lagos, lugares donde vuelve a comenzar la vida, ya que el agua es
el elemento fundamental para que esto suceda.
Es por eso que te digo a vos, que sos coleccionista de mariposas: no
las mates, no las pinches en frios cuadros que muestran su hermosura,
deja que vivan su corta vida, ellas morirán pronto, y nuestros
ojos no podrán disfrutar su suave vuelo y sus colores maravillosos.
Es por eso que te digo a vos; coleccionista de vidas y de almas:
¿ Podrás mirar a los ojos de tus hijos, sin ver la sangre
de los nuestros ?
Deja de matar, no nos robes a nuestros hijos, ellos quieren vivir, y
nosotros queremos ver su vuelo, que al igual que el de las mariposas,
debe durar lo que dura una vida.
Y cuando nos toque partir, seremos los eternos guardianes de "
nuestras mariposas azules ", entre los cuáles, Uds. , no
estarán, ya que jamás podrán entrar a " ese
jardín de eterna primavera " (Machado ), porque sus almas
son impuras, y sus manos no supieron respetar el Derecho a La vida,
de las unas y los otros.
A nuestras mariposas azules, a todos nuestros hijos, que partieron antes
de lo debido.
María Teresa Schnack