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Poema de Sergio Schiavini


“Vl SIMPOSIO INTERNACIONAL, LA TORTURA: UN DESAFIO PARA LOS MEDICOS Y OTROS PROFESIONALES DE LA SALUD”
del 20 al 22 de Octubre de 1993 en el Centro Cultural, General San Martín, Buenos Aires, Argentina.

Este encuentro es una continuación de :
“Doctores, Etica y Tortura” En 1986, Copenhague
“Doctores ante la Etica y la Tortura”. En 1987, Montevideo.
“Tortura y la Profesión Médica”. En 1999, Tromso.
“lV Simposio Internacional sobre Tortura y la Profesión Médica”.En 1991,Budapest.
“V Simposio Internacional sobre Tortura y la Profesión Médica”. En 1992 Estambul.

Patrocinado Por:
Fondo voluntario de las Naciones Unidas para Víctimas de la Tortura (FVNUVT)
La Comisión de las Comunidades Europeas (CEC)
Fondo Danés para la Democracia
Organización Panamericana de la Salud (OPS)
Ministerio de Relaciones Exteriores. Real Gobierno Noruego

Organizado por el
Consejo Internacional de Rehabilitación para Víctimas de la Tortura (IRCT) y
Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP)
Invitada como panelista:
María Teresa Schnack de Schiavini, cuyo trabajo fue elegido para esta ocasión.

Punto 1 y 2
En cuanto a las secuelas de la tortura física y psicológica y al no poder opinar como profesional de la salud, me voy a limitar a hacerlo como madre de una víctima de la violencia, un inocente indefenso como todas nuestras víctimas y también como Presidente de COFAVI.
Muchas veces he imaginado la tortura física y psicológica a la que fue sometido mi hijo antes de morir. Vuelvo una y otra vez a ese momento como si eso me ayudara a sobrellevar la carga y me he culpado mil veces por no haber estado ahí para ayudarlo. Son tantas las preguntas que me hago día a día, noche a noche.
¿Qué habrá sentido mi hijo al ser tomado como rehén por un delincuente armado?
¿Cuánto habrá luchado para tratar de zafar de esa imposición, sintiendo como las balas de las armas de docenas de policías que estaban afuera, pasaban rozando su cuerpo, mi cuerpo?
¿Qué habrá sentido cuando fue herido en una pierna y saber que quienes deberían cuidarlo, tiraban sobre él?
Su cuerpo lleno de moretones y golpes a la altura del cuello, brazos, piernas y tórax, eran un fiel reflejo de su desesperación por salir de esa situación.
¿Qué habrá sentido al ser herido de muerte en la cabeza, quedar en coma, y morir absolutamente solo 7 horas después en un hospital público? Yo me encontraba en otro lugar, (adonde los demás heridos fueron trasladados) saliendo de la anestesia después de una intervención quirúrgica.
Hoy sabemos que los comatosos sienten y perciben y su tortura es hoy la mía.
He sido herida mil veces con él y he muerto otras tantas también. Creo que jamás me perdonaré el no haber estado con él esa noche.
Hoy a más de dos años de su asesinato, sigo muriendo con él y sufriendo su abandono, así como sufro la desaparición, la tortura, la violación y los sufrimientos que han padecido todos nuestros hijos antes de morir.
La muerte, encontró a nuestros hijos , fuera de casa, solos, abandonados a su propia suerte y morir se convirtió entonces en la forma más exacta de la desesperación.
Todos nosotros hubiéramos preferido sufrir en carne propia, todas las torturas físicas y psicológicas que sufrieron nuestros hijos, ya que nada significarían al lado de las pérdidas de sus vidas.
Todas estas secuelas no podrán borrarse con ningún diagnóstico ni tratamiento. Yo soy un vivo desafió para los médicos y otros profesionales de la salud, como creo que lo somos todos los familiares de COFAVI.
Punto 4
La impunidad que hoy reina en nuestra Nación, hace que me sienta junto a los demás miembros de esta comisión, una paria de la sociedad que mira con ojos críticos a quienes demandamos justicia. Justamente esta demanda, nos hace totalmente atípicos, ya que hay una creencia generalizada de que cuando a uno le matan a un hijo inocente en forma injusta, absurda y violenta, hay que aceptar el destino y dejar las cosas como están, porque total en este país no hay justicia y todo lo que hagamos será inútil.
Nosotros a pesar de saber que todo esto es cierto, ya que jurídicamente hablando estamos totalmente desprotegidos, no podemos entender que nuestros conocidos, amigos y también algunos familiares, no comprendan nuestro dolor y nuestra demanda, ellos no nos entienden y nosotros a ellos tampoco, es así que poco a poco nos vamos quedando solos, aislados y nos sentimos abandonados por aquellos que antes de nuestra tragedia estaban a nuestro lado, es como si de repente hubiéramos contraído una enfermedad contagiosa.
A nivel social, no encontramos un lugar acorde para nosotros. Es por eso que nos agrupamos con personas que hablan el mismo idioma. Es decir, dolor , tragedia y pérdida y a pesar de las diferencias que podamos llegar a tener, nos sentimos protegidos y formamos una nueva familia, sin lazos sanguíneos y con muchos hijos que defender y llorar.
Nuestras lágrimas, ya no son solo para nuestro hijo, sino para todos y en el camino vamos dejando cosas que antes eran importantes ; distracción, trabajo y la economía nos aplasta debiendo en muchos casos vender lo poco o mucho que tenemos para seguir adelante con nuestras causas.
La sonrisa no es común en nuestros rostros y a quien le importa de que color se pintará el baño o la cocina. El silencio se instaló en nuestras casas, a veces convertido en llanto, en grito, en alarido y otras en una profunda tristeza que nos acompañará hasta el fín.
Personalmente, me siento como una observadora de la vida, es como si yo fuera la Luna y los demás la Tierra. Y como la Luna sin vida, no participo y en silencio miro todo lo que me rodea. Muchas veces me siento dividida ya que tengo otro hijo y una nuera a quienes amo profundamente. Trato de disfrutarlos cuando estoy con ellos, lo mismo que a mis hermanos y sus familias. Todos ellos me brindan su cariño y afecto, pero lamentablemente todos están lejos.
Mi vida diaria la comparto con tres gatos, uno mío y dos que heredé de mi hijo muerto. Ellos me esperan, los cuido, les doy de comer y los baño, ellos me entienden y saben cuando estoy triste ,y no pueden verme llorar.
Con mi esposo compartimos el mismo edificio, (ya que estamos separados desde hace tiempo) nos acompañamos a veces en silencio, a veces discutiendo, pero ambos hemos decidido luchar cada uno a su manera, por la causa de nuestro hijo, él también está solo.
A veces pienso que soy yo la que está a un costado de la vida, me siento mutilada. Cuando veo a mi hijo vivo, no puedo dejar de recordar al otro, solo se llevaban dos años y fisicamente son muy parecidos, o por lo menos así lo veo yo.
Cuando veo a mis sobrinos, no puedo sacar de mi mente la imagen de Sergio jugando con ellos, él era el mayor de todos los primos y lo adoraban. Cuando camino por nuestra casa o por la calle, todo me recuerda a él. Sergio era escritor y pintor y me ha dejado mucho más que su vida. También su arte me rodea.
La tortura psicológica del recuerdo y la angustia es algo que no puedo controlar.
¿Cómo se hace para borrar de un cerebro humano la memoria de una vida?
¿Cómo se hace para soportar la ausencia de alguien que nos perteneció desde el principio?
¿Cómo se hace cuando uno se dá cuenta que los inocentes no están en este mundo y sus asesinos comen, duermen, aman y caminan nuestras calles con total impunidad?
Creo que a pesar de todo esto que parece tan negativo, debo rescatar a los pocos buenos amigos que me quedan y a todos aquellos que conocí después de la tragedia.
Ellos, que no estaban comprometidos anímicamente conmigo ni con mi hijo, son quienes me ayudan a seguir adelante, por mí, por mis hijos y por los hijos de mis compañeros.
Punto 5
La falta de ética profesional de todos los que de una forma u otra, están comprometidos en esta trama perversa que cubre toda la Nación, nos asombra y entristece. Autoridades ciegas, sordas y mudas, funcionarios públicos que no funcionan, abogados que abandonan las causas luego de cobrar grandes sumas de dinero, forenses que profanan los cuerpos sin vida de nuestros hijos, olvidando la ética y la moral, porque también están acostumbrados a convivir con la impunidad. La mayoría de estas personas trabajan para el Estado, un Estado que se ha olvidado de protegernos con respeto y dignidad.
La ética profesional parece algo pasado de moda y la inoperancia, la falta de moral, la corrupción, el amiguismo y el “Yo no fui”, es la respuesta que encontramos detrás de las puertas de muchos funcionarios.
Los derechos humanos de mi hijo, fueron vulnerados por delincuentes y policías. La bronca, lo injusto de su muerte, el verme avasallada por la ley, descubrir que en un segundo se llevaron 32 años de su vida y de la mia , y que en otros segundos se llevaron otras vidas, otros años, otros hijos, me hicieron comprender que debía reclamar por el derecho a la vida de las personas.
A diez años de haberse instalado la democracia en nuestro país, persisten graves violaciones a los derechos humanos en la Argentina, provocados por la actividad represiva de las fuerzas de seguridad, carentes de ética profesional y la inacción y complicidad de los poderes del Estado.
Participan también de estas violaciones y matanzas indiscriminadas, delincuentes comunes amparados por policías y jueces corruptos y médicos que olvidando su juramento Hipocrático, matan de una manera más sutil, como si tuvieran permiso para hacerlo.
Desgraciadamente, los inocentes no tienen derechos humanos en este país y menos derechos legales y nosotros los padres o damnificados tampoco.
Es por eso, que desde mi ser humano y desde mi cargo de Presidente de COFAVI, exijo que el Estado garantice la protección de la vida y la defensa integral del hombre.

María Teresa Schnack de Schiavini
Presidente
[email protected]

Asistieron a este Seminario, personas de todo el mundo, yo era la única que no pertenecía a la actividad médica y el día que me tocó leer este informe, (que se tradujo, para que todos pudieran entender) todos los participantes lloraron y las lágrimas nos unieron mas allá de las lenguas y las fronteras, y estoy segura de que si Sergio me estaba acompañando, habrá estado satisfecho, ya que lo que él escribió hace muchos años, pudo ser posible por unos momentos.
Y Sergio Dijo:
“El día que desaparezcan las fronteras que el hombre puso sobre la Tierra. El día que las creencias religiosas, sirvan para unirnos y no para matarnos, el día que las ideas políticas ayuden a todos, sin distinción de razas, religión, nivel social o color de piel, el día que se vengan abajo todos los acuerdos que se hacen a espaldas de los ciudadanos, el día que la bandera del planeta sea el cielo y estemos dispuestos a vivir nuestras vidas aprendiendo de los animales y cuidando la naturaleza, ese día, solo ese día , todos seremos solamente seres humanos y nuestro mundo tendrá un futuro, es mi deseo para esta humanidad en llamas.”
Sergio Andrés Schiavini- Poeta Universalista


Este informe es del año 93, han pasado casi 10 años, y si bien sigo pensando lo mismo respecto a muchas cosas, debo reconocer que hemos instalado el tema en la sociedad, que la gente respeta mi trabajo y me lo hace saber, porque hoy piensa que le puede pasar lo mismo a cualquiera de ellos, desgraciadamente no hemos podido terminar con la violencia y la impunidad, a pesar de tanto trabajo compartido con otras organizaciones y las muertes que se suceden sin cesar, si creo que muchos Argentinos han tomado conciencia y ha ocurrido el milagro del Darse Cuenta ,de que todo lo que yo decía, y digo , era verdad, lástima que no me acompañaron entonces, podríamos haber evitado entre todos muchas muertes, si hubiéramos podido sanear las instituciones que se encuentran totalmente colapsadas y corruptas. Sigo viviendo sola y mi otro hijo me ayuda económicamente, para que yo pueda seguir adelante, con este trabajo al que le estoy dedicando mi vida, los dos gatos que Sergio me dejó, madre e hijo, ya murieron causándome otro gran dolor, el mío que era el padre sigue vivo y otra gata entró en mi vida en el año 94, después de enterrar a mi hijo por última vez, en el Cementerio de Santa Catalina, lugar muy querido por todos nosotros,la encontré, un día en su sepultura y no pude dejarla y desde entonces se instaló en mi casa, junto a los demás, y así, llegué a tener 4 , hoy me quedan dos y espero que me acompañen durante mucho tiempo. Pero creo que lo que le ha dado un poco de alegría a estos años de tristeza profunda, ha sido el nacimiento de mis dos nietos, Santiago, de 9 años y Margarita de 7, si bien viven lejos ,es hermoso saber que están allí y escuchar sus voces es una música para mis oidos, es una pena que Sergio no haya podido tener los suyos y disfrutar de sus sobrinos. ¡ Cuánto hubiera querido a estos niños!
Como todavía no he logrado mi objetivo, y tengo una dueda pendiente con mi conciencia y con la promesa que en soledad les hice a mis hijos, es que debo seguir a pesar de todo. Por los mios y por los tuyos, seguiré tratando de cambiar este pedazito de mundo. Abril de 2003

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