Osvaldo era sociólogo y tenía un hijo llamado Fernando,
el día 12 de Enero, cuando se aprestaba a pasar un fin de semana
en Chascomús, y su hijo se encontraba dentro del vehículo,
fue asaltado por tres sujetos en la puerta de su casa, ubicada en la
calle Colón 730 de la localidad de Témperley, los mismos,
se movilizaban en dos autos, un Rambler 64 "boca de pescado"
y un Renault 12 azul, estos sujetos querían llevarse el auto,
Osvaldo se defendió, he hirió a uno de los asaltantes,
los mismos huyeron del lugar, pero antes le dispararon causándole
la muerte en forma instantánea. Osvaldo murió delante
de su pequeño hijo y sólo tenía 34 años,
dejando a su familia desolada y todos sus proyectos de vida sin concluir.
En la huída ,los delincuentes se llevaron el arma con la cuál
la víctima se había defendido.
Aquí empieza lo que se llama "liberación de zona".
1°:<< La policía con el comisario a la cabeza, se hace
presente dos horas después, a pesar de que la comisaría
se encuentra a seis cuadras del lugar del hecho, dándole tiempo
suficiente a los delincuentes, para que pudieran escapar.
2°<< Se falsifican las firmas de fojas 1,2, y 3 del acta testimonial.
3°<<La causa queda en la comisaría guardada en un cajón
durante tres meses, a pesar de que el juzgado sólo quedaba a
15 cuadras.
4°<<Cuando entregan la causa, no hacen lo mismo con el identikit
que había sido realizado por la Brigada de Lanús. Cuándo
el juez lo pide. El Oficial Inspector Alberto Oquendo y el Comisario
Francisco Belmonte, dicen que se habían olvidado.
5°<<A los diez días del hecho, un vecino encuentra
una documentación de un ex policía , llamado Luís
Alberto Molina, gracias a esto se hacen las denuncias correspondientes,
y la familia se entera que éste era uno de los delincuentes que
integraba la banda que mató a Osvaldo.
Durante mucho tiempo, este sujeto estuvo prófugo, la causa la
instruyó el entonces juez Jorge Tristán Rodríguez,
que jamás investigó nada y si las cosas se aclararon,
fue debido a la investigación que su padre en forma constante
llevaba a cabo hasta que conoció a la mamá de Sergio Schiavini
en el año 91. Entonces, juntos siguieron con las marchas y protestas
relacionadas con los asesinatos de sus hijos ocurridos el mismo año
y con pocos meses de diferencia.
Fue así que el 12 de Mayo de 1992, el padre de Osvaldo, Antonio
Murtari de 67 años y con una salud precaria, decide iniciar una
huelga de hambre en la estación de Témperley ( 14 de Julio
y Santa María de Oro), en repudio y protesta por el no esclarecimiento
del caso.
En este acto, Antonio estuvo acompañado por su familia y por
la mamá de Sergio Schiavini, y la foto de los dos hijos que ya
no estaban, aparecían juntas en este lugar elegido por el papá
para llevar adelante su huelga si era necesario hasta morir, se tomaron
los recaudos médicos para que no sufriera ningún tipo
de problema, ya que debido al tiempo muy frío, se temía
que algo malo le pasara , se tomó la precaución de instalar
una carpa y un calefactor para pasar las noches. Sólo estaban
a 3 cuadras de la comisaría que había intervenido en la
investigación y a cada rato , policías y comisario se
acercaban para que desistiera de esta posición, tanto Antonio,
como su familia y la Sra de Schiavini, les decían que no se irián
hasta que no apareciera el hombre que supuestamente estaba prófugo
y que había disparado llevándose la vida de Osvaldo. Esta
huelga de hambre, se hizo pública a través de la prensa,
quien también acompañó a los familiares de las
víctimas.
Al tercer día , se acercaron al lugar los policías y el
comisario de Témperley, para informar que el sujeto en cuestión,
que hacía 17 meses que se encontraba "prófugo",
había sido detenido y se encontraba a disposición de la
justicia, el mismo era el ex policía Luis Alberto Medina, quien
había estado todo ese tiempo, escondido por la policía
bonaerense, la misma que debía investigar el hecho.
Si bien, para todos los que estaban participando de esta huelga y acompañando
a Antonio en la misma, , esto se tomó como una victoria, todos
se sintieron muy dolidos por la falta de sensibilidad de algunos vecinos
a los que poco y nada les importaba lo que les había pasado a
estas dos familias, tiempo después todos comprenderían
que esto le podía pasar a cualquiera ya que la violencia y la
impunidad se habían instalado en el país.
El 3 de Septiembre de 1993, el asesino de Osvaldo, fue juzgado en juicio
oral y público, por la Sala l de Lomas de Zamora a cargo de los
Dres. Juan Carlos Silvestrini, Osvaldo C Baccini y Ernesto E. Devoto.
Ese día, en que se leería la sentencia, era el cumpleaños
de Osvaldo N° 35, y también , la mamá de Sergio Schiavini
enterraría por cuarta y última vez a su querido hijo Sergio,
después de habérsele practicado la cuarta y última
autopsia, por lo tanto será un día que los padres de uno
y de otro , jamás olvidarán.
La Sala l condenó a Medina a 16 años de prisión,
fallo superior a lo solicitado por el Fiscal de instrucción Dr.
Martínez, y por la Fiscal de Cámaras Dra. Carranza, quiénes
habían solicitado, 15 años para el acusado.
Antes del año 1999. y según lo que nosotros pudimos averiguar,
Molina ya estaba en libertad, no sabiendo desde cuándo. Hoy Alberto
Molina, ex policía y asesino, no registra antecedentes, algo
que la justicia tendrá que contestar alguna vez.
Si bien los familiares de Osvaldo quedaron satisfechos por esta sentencia,
Antonio seguirá luchando para encontrar a los otros dos delincuentes
que participaron de la muerte de su hijo, cabe destacar la férrea
voluntad de éste padre que aportó todo lo necesario para
llegar a la verdad, dejando jirones de su propia vida en el camino,
él impulsó la investigación y nunca se dio por
vencido y junto a la Sra. de Schiavini y dos personas más fundaron
lo que hoy es COFAVI,
A casi 9 años de aquélla sentencia, y con 79 años
sobre sus hombros, Antonio sigue luchando para encontrar a los dos asesinos
restantes que faltan, pero sobre todo, para que le restituyan el cadáver
de su hijo que fue robado del Cementerio de Lomas de Zamora. Por este
motivo se instruyó otra causa que se encuentra cerrada en el
juzgado del Dr. Van Schilt, ya que, según este funcionario, robar
un cuerpo no es delito en este país, la impunidad es realmente
insoportable. Jueces y funcionarios municipales de Lomas de Zamora,
son partícipes necesarios de este encubrimiento.