Martha tenía 20 años, era maestra jardinera y con una
carrera de modelo profesional por delante, que comenzaba con muchas
expectativas, ya que la misma era muy bella y contaba con todos los
atributos para seguir adelante con esta profesión. Se recibió
en el Colegio San José de San Vicente,y por esas cosas de la
vida, Sergio Schiavini, asesinado
un año antes, había sido su profesor. El destino los unió
en la vida y en la muerte. Alumna y profesor fueron asesinados por las
fuerzas de seguridad de la Provincia.
Martha estaba de novia y pronta a casarse con Mariano Rodríguez,
que en ese momento se desempeñaba como agente del servicio policial.
Su padre, Eduardo Parolari, había sido policía de la Federal,
fué baleado por un compañero que le perjudicó una
de sus piernas. Por este motivo, Eduardo inició un juicio contra
la institución de la cuál fue echado. Él se sentía
orgulloso de esto, ya que no había nacido para ser policía
y matar.
El 10 de Mayo del año 92, cuando Martha y Mariano se dirigían
a cenar y bailar por la carretera 58 del conurbano bonaerense, rumbo
a Adrogué, en la camioneta del muchacho, tuvieron un desperfecto
y detuvieron la marcha a la orilla del camino, un lugar desierto y desolado.
Al ver venir un auto, Mariano decide arrancar rápidamente, ya
que pensó que los querían asaltar. Al hacer unos cuantos
metros sobre la ruta, se sintieron varios disparos, dos de ellos dieron
en la camioneta y uno impactó en la espalda de Martha, quién
quedó herida. Al volver la vista hacia atrás, Mariano
vió que dicho auto prendía las balizas policiales y detuvo
la marcha, sin saber que su novia había sido alcanzada por las
balas de los uniformados. Al ver a los policías les dijo: "no
disparen, soy policía". Los ocupantes del móvil se
acercaron y lo trataron bastante mal. Allí recién todos
se dieron cuenta que Martha estaba sangrando, y acompañado por
los que la habían herido, la llevaron al Hospital de San Vicente
donde la misma murió luego de una corta agonía.
El caso se instruyó en el juzgado del Dr. Angel Nelky Martínez
(fallecido) en La Plata. El cabo Angel Alberto Camacho fue detenido
y juzgado por homicidio culposo. Este manejaba una ametralladora en
el momento del asesinato. Cuando la denuncia llega a Cofavi, se cambia
de abogado y también de carátula, que ahora sería
homicidio simple. Sin embargo tanto el novio como el padre de Martha,
insistieron durante mucho tiempo en que Camacho no era el único
responsable del asesinato de la misma. Mariano insistió que a
pesar de que la noche era oscura y llovía, él vió
a otro uniformado portando otra arma. El juez no investigó nada
y como siempre la institución policial trató de tapar
todo este hecho.
Eduardo Parolari y algunos de sus amigos hicieron lo que la policía
no hizo. Quemó grandes partes de pastizales en el lugar donde
su hija había sido herida y encontró tres proyectiles
9 mm, lo que hace suponer que el subcomisario al que nunca nombraron
los otros dos acusados (Camacho y el cabo Juan Carlos Medina) fue el
autor de los disparos que provocaron la muerte de Martha. Éste
subcomisario sería custodio de Eduardo Duhalde. Por supuesto
que no se tomaron en cuenta todas estas cosas. Mariano dejó la
fuerza policíal y se convirtió en bombero ya que él
entendió que no había nacido para matar indiscriminadamente,
como lo hicieron los otros.
Sus padres, junto a la gente de Cofavi y el abogado de la familia,
el Dr. Jorge Marín, siguieron adelante con la causa y el único
acusado fue condenado a 8 años de prisión, por la Cámara
del Crimen de La Plata. Sin embargo, poco tiempo después quedó
en libertad gracias al dos por uno. Desde ese día se pasea frente
a la casa de los padres de la víctima, amenazando y riéndose
de ellos, demostrando de este modo la impunidad que reina en el país.
En el año 97, en el mes de Marzo la familia recibió amenazas
telefónicas en varias oportunidades, las mismas se hicieron en
el domicilio particular de los Parolari, en la localidad de Alejandro
Korn. La primera de las llamadas se realizó en Diciembre del
año 96 y eran en contra de la hermana de Martha. Les decian que
a la nena le pasaría lo mismo que a la otra, y así en
otras 14 oportunidades en que amenazaban con matarlos a todos.
Las amenazas fueron denunciadas y el teléfono intervenido por
la SIDE. Sin embargo, como en otros casos la familia de la víctima
no tuvo ni tiene custodios en el lugar.
Los policías acusados pertenecían a la comisaría
1ra. de San Vicente y el subcomisario, no involucrado sería,
Jorge Eduardo Benítez.
Para nosotros, este crimen sigue impune a pesar de todo.
Los padres de Martha son miembros activos de la Organización
Cofavi.
(Comisión de Familiares de Víctimas Indefensas de la
Violencia Social, Policial, Judicial e Institucional.