El jueves 24 de Octubre de 2002, Hugo Daniel Ramos ( mi hijo ) de 14
años, salió con un amigo que lo pasó a buscar.
25 minutos después me avisan que el mismo había recibido
un disparo y que fuera a verlo. Junto con mis otros hijos, corro hasta
la puerta de un almacén, Daniel estaba tirado en suelo con un
encendedor en la boca, en esos momentos comienzo a gritar y el dueño
del local me dice que no lo haga, que no era nada, que solamente tenía
un ataque de epilepsia. Yo; lo miro y le digo que Daniel no sufría
de ninguna enfermedad, lo levanto en mis brazos y veo un orificio de
bala en su espalda, vuelvo a gritar pidiendo una ambulancia o a la policía.
La calle estaba llena de gente y ese señor tenía el auto
estacionado en la puerta y nadie me ayudó en esos momentos. El
hecho ocurrió en Sarandi partido de Avellaneda.
Lo llevamos con mis hijos en un remís a una sala de primeros
auxilios, donde los médicos me comunicaron que ya había
muerto. De aquí en adelante se desarrolaron una serie de hechos
que paso a relatar:
Viene la policía y me dice que tengo que ir a declarar, yo no
quería, no quería dejar el cuerpo de mi hijo, pero en
ese momento se lo llevan a la Morgue Judicial de Lomas de Zamora.
En la comisaría 7ma. de Avellaneda, me atiende Gómez (
no se que cargo ocupa ) y el oficial Juan Carlos Bulacios, cuyos nombres
los saco de sus uniformes. Me piden los datos e mi hijo, se los doy
y les explico que el mismo estaba comprando un refresco y cigarrillos
sueltos en el kiosko, cuando un sujeto, acompañado de otro, le
propina una serie de insultos a los cuales mi hijo responde, "
que pasa, no te conozco"; en ese momento el compañero le
dice al agresor, andá a buscar el " fierro y bájalo
".
Cuando vuelve lo hace bailar a Daniel mientras le dice " saltá
gato, saltá ", mi hijo salta y empieza a correr, se resguarda
en un almacén y el dueño lo hecha, al instante cae al
suelo con un tiro en la espalda que le ocasiona la muerte instatáneamente,
en esos momentos aparece el padre del asesino para borrar las huellas
y cambiar el arma para cubrir a su hijo y al cómplice del asesinato
( a los cuáles no implican en la causa hasta el momento ).
Al otro día ( viernes 25 ), aturdida por el dolor, dejo que mis
otros hijos y un vecino se hagan cargo de los trámites ( hoy
por hoy me doy cuenta del error ). Mi vecino dice que a la tarde traerían
a Daniel para velarlo y enterrarlo. Ese día , todos volvieron
a las 15 horas y me dijeron que habían llegado tarde al Registro
Civil y por lo tanto hasta el sábado no podríamos encontrarnos
con el cuerpo sin vida de mi hijo, ya teníamos el cajón,
el coche y nos dijeron que nos quedáramos tranquilos. Mi hija
Jackie, conocía a gente de la Municipalidad y les pide si pueden
acelerar el trámite y allí comienzan a actuar.
Mi hija, mi hijo y el vecino se dirigen a Promoción Social, donde
le comunican que sin el acta de defunción no se puede retirar
el cuerpo, mientras tanto Dani continuaba en la Morgue.
El sábado hablan con el director del cementerio de Avellaneda(
Tobías ) ,comentándole el caso, él les pidió
el certificado de defunción a lo que mis hijos contestaron que
tenían todo y que estaban esperando en la Morgue la entrega del
cuerpo, sin embargo no le importaron las súplicas de la familia,
mi esposo, mis hijos y el vecino le volvieron a pedir que esperara un
rato ya que pronto vendrían con el cuerpo ,cerró el cementerio
dejando varado el cuerpo en la Morgue judicial de Lomas de Zamora. Les
dice que esperen hasta el lunes hasta que lleguen los papeles, mi hija
llama a Crónica para que se hagan presentes o llamen al cementerio,
pero no es escuchada, igualmente le domingo sale el relato de los hechos
publicado en el diario.
Mientras tanto, mi casa estaba llena de gente, mi hijo continuaba en
la morgue y la agonía era cada vez mayor.
Una señora toca a la puerta de mi casa y dice que quiere hablar
conmigo, me dijo que venía de parte del padre del asesino, que
ellos eran una excelente familia y que estaban dispuestos a pagar los
gastos del entierro para que quede todo como si nada hubiera pasado,
la eché indignada por tanta hipocresía. Una amiga de mi
hijo, me dijo que conocía a Marcelo y este trabajaba en Sepelios
Santa María, y que con una colecta en el barrio podíamos
acelerar los trámites. Y así fue, juntamos dinero, llamamos
al sepelio y a las 15 horas. Me llaman por teléfono para decirme
que el cuerpo estaba en el velatorio ubicado en la calle Agüero,
cuando llego y veo el cajón, me ataja Marcelo y me dice junto
al padre de Daniel, que no me asuste de lo que vea, ya que a mi hijo
lo habían dejado sin cámara y me piden que no lo toque,
no lo mueva y sobre todo que no lo bese, acomodé el cuerpo pero
no pude hacer nada más.
Fue espantoso, jamás lo olvidaré, el cuerpo de mi querido
hijo, estaba descompuesto y no puedo contarles en que estado se encontraba,
era horrible, le pregunté a Marcelo por qué, y me dice
que la respuesta de la morgue, fue que estaban haciendo reformas, que
no tenían lugar; también me dijo; que si hubiéramos
ido el mismo día y pagábamos 10 pesos, hubieran sacado
a otro y puesto a mi hijo, que él no tendría que contarme
esto, pero es así. Por ese motivo denuncié a la morgue
por daños y perjuicios ocasionados al cuerpo de mi hijo, en la
UFI N° 4 de Lomas, tengo fotos para demostrar el estado del cadáver.
Finalmente pude enterrar a mi hijo, después de varios días
de sufrimiento, en el cementerio de Lanús, lugar donde "descansa"
actualmente.
Miembros de la familia fueron amenazados en varias ocasiones con armas
de fuego, advirtiéndoles
que si seguían investigando, moriría otro hermano. El
asesino , es hijo de Mario Espinoza, puntero político de la zona,
el hecho ocurrió en la cuadra donde vive su familia y nadie quiere
declarar por que este señor está encargado de dar los
planes trabajar y de los registros de conducir, o sea que trabaja para
el poder de turno, todos le deben algo y se siente poderoso. Hoy por
hoy, seguimos recaudando datos para entregar al juzgado y seguiré
buscando.
Quiero dejar en claro que cuando le pregunto a la Secretaría
de Juzgado N° 5 de menores, que se puede hacer respecto de las amenazas,
ya que además balearon la casa de la novia de Daniel y una bala
hirío a su perro, me responden que debo hacer las denuncias correspondientes,
me pregunto: ¿ tengo que esperar a que muera alguién más
?.
Mi objetivo es que los asesinos estén presos, y que me paguen
por los daños ocasionados, más allá de que la muerte
de mi hijo sólo se puede calmar con justicia.
Hemos llegado a Cofavi y juntos seguiremos adelante para llegar a la
verdad e investigar los hechos, los hijos de otros no merecen morir
sin razón. Gracias a los que me acompañan.
En el juzgado de menores, nos dijeron que no podemos presentarnos como
particulares damnificados, ya que el presunto asesino era menor al momento
del hecho, habiendo cumplido sus 18 años a los tres días
de matar a Daniel, y pronto cumplirá los 19. Hemos pagado las
costas para esta presentación y no podemos acceder a la justicia,
en los próximos días se presentará un escrito con
la firma de los abogados de Cofavi y lo entregaremos al juzgado junto
a la Sra. María Teresa Schnack de Schiavini, mamá de Sergio,
quién nos acompañará para poder intervenir en la
causa, La denegación de justicia, es un acto negativo para una
verdadera democracia.
María Cristina Quevedo
92.587.994
telf. 4206-2873
Los siguientes datos fueron recabados por mí y mis hijos.
Lucas Sebastián Mansilla, 18 años , es el amigo que pasó
a buscar a mi hijo el día del crimen. Esteban Enrique Rodríguez.
Dueño del almacén ubicado en Carabelas y San Lorenzo,
esta persona le pone el encendedor en la boca a mi hijo.
La Sala de Primeros Auxilios 1° de Mayo, está ubicada en
Camino Gral. Belgrano y Bustamente.
" Bocha " Espinoza : ejecutó los disparos.
Miguel Angel Ramallo " Miguelito ": instigó el ataque.
" El Manco " Mario Espinoza : es el padre del asesino y amigo
del poder de la zona.